El sistema de CTI en ALC frente a los actuales desafíos y oportunidades
Con relación al sistema productivo, se afianzó el concepto de sistemas agroalimentarios:
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Un concepto más complejo e incluyente que el concepto de agricultura, que incorpora a nuevos actores sociales, nuevos productos y nuevas y muy distintas necesidades tecnológicas vinculadas a los eslabones no agrícolas, muy vinculadas a preocupaciones ambientales y nutricionales, a lo largo de cadenas de valor, ‘from farm to fork’.
Desde una perspectiva de sostenibilidad en los sistemas alimentarios, aumentar la productividad está más relacionada con el cambio climático, la biodiversidad y la conservación de los recursos naturales:
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Esto cambia tanto la forma en que se definen los objetivos de la investigación como los instrumentos y conocimientos necesarios para el desarrollo de los nuevos bienes públicos prioritarios, y cómo transformarlos en tecnologías rentables.
La ciencia y la tecnología han ampliado las posibilidades de contribuciones al desarrollo de sistemas agroalimentarios eficientes y sostenibles:
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Los avances en biología, las tecnologías de la información y comunicación (TIC), inteligencia artificial, nanotecnología, robótica, y las ingenierías, entre otras, se han convertido en áreas claves de la innovación aportando procesos más precisos, veloces y confiables, aplicables a prácticamente todos los campos de la actividad agroalimentaria. Esto ha permitido un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y los ecosistemas, y una mejor transferencia de información para productores intermedios y consumidores.
El sector privado ha adquirido una mayor importancia en los procesos innovativos:
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Los actores privados son ahora responsables primarios de la generación de muchas de las innovaciones tecnológicas importantes para los sistemas agroalimentarios y han ganado protagonismo con la creciente importancia de la biología, genética, informática y otras ciencias duras. Estas tecnologías no siempre son bienes públicos, ya que muchas de ellas vienen incorporadas en bienes que se comercializan en el mercado. Sin embargo, el buen funcionamiento de los mercados de bienes tecnológicos y el desarrollo de los actores privados depende de los marcos normativos, regulaciones y apoyos estatales que sí son provistos por el Estado. Estos elementos se han convertido en un aspecto central de las políticas públicas.
Un punto de partida para esta discusión es reconocer los cambios muy sustantivos que han ocurrido, tanto en los sistemas productivos de la Región, como en las condiciones en que se desenvuelve el proceso tecnológico. Cuatro de estos cambios son especialmente importantes:
Innovación, ciencia y tecnología
Desde una perspectiva histórica existe un amplio consenso en que los adelantos científicos y productivos fueron posibles a partir de dos condiciones centrales: a) la organización de la actividad científica y tecnológica alrededor de un objetivo claramente dominante, asociado en forma casi excluyente al crecimiento de la productividad para enfrentar los problemas de pobreza y seguridad alimentaria, sin incorporar temas ambientales, a los cuales no se les atribuía una relevancia significativa en esa época, y b) una institucionalidad, tanto a nivel internacional, encarnada principalmente en el CGIAR, como en los países, usualmente en la forma de una institución pública (los INIAs), capaz de aprovechar los bienes públicos internacionales existentes y transformarlos en tecnologías adoptables por los productores.
Avanzando al futuro, los recientes modelos de I+D son necesarios para aprovechar las nuevas herramientas tecnológicas y para enfrentar las emergentes crisis ambientales y sociales. Esos modelos deberían abordar temas de políticas públicas, el rol del sector privado, y mecanismos para alinear los incentivos para el desarrollo de sistemas agroalimentarios que beneficien a la economía, el medio ambiente, y la salud nutricional de la región. Este diálogo trata de abordar ¿Cuáles deberían ser las prioridades de trabajo para actualizar, modernizar y fortalecer el sistema institucional y de políticas públicas que están directamente vinculadas a los procesos de investigación y desarrollo tecnológico en los sistemas agroalimentarios? ¿Quiénes pueden facilitar la implementación de acciones que aborden dichas prioridades?